Cómo cargar tu coche eléctrico en casa

Si bien es posible cargar un coche eléctrico en una toma de corriente doméstica común, lo cierto es que hay métodos mucho más eficientes para cargar en casa tu coche. Las tomas que se instalan en las casas están pensadas para gestionar corrientes más bajas, por lo que el tiempo de carga es considerablemente mayor que el que ofrecen las estaciones de carga específicas.

De esta forma, cargar tu coche eléctrico en una toma doméstica podría llevar muchas horas o incluso más de un día. Un tiempo de carga muy extenso resulta, por lo tanto, poco práctico para aquellas personas que utilizan su vehículo para ir al trabajo a diario o para realizar desplazamientos frecuentes.

Además, la carga en una toma doméstica puede repercutir de forma muy significativa en tu factura de la luz. Por todo ello, lo más recomendable es instalar un punto de carga para coches eléctricos que sea capaz de ofrecer una corriente más potente y tiempos de carga reducidos.

En los cargadores con cable, el cable de carga está conectado a la estación de forma permanente y solo hace falta acoplarlo al coche para iniciar la carga, por lo que resulta especialmente cómodo.

Los cargadores inalámbricos, por su parte, son tomas de corriente instaladas en la pared que no incorporan cable de carga. Esta opción ofrece más flexibilidad, ya que permite adquirir cables de distintas longitudes en función de las necesidades de los usuarios.

Dado que ambas alternativas tienen sus ventajas, para elegir la tuya debes valorar si prefieres la comodidad de una o la versatilidad de la otra.

Se entiende por enchufe o conector de carga la interfaz física que permite conectar un coche eléctrico a una estación de carga o fuente de alimentación para conducir la energía eléctrica y reponer el nivel de batería.

Existen enchufes para coches eléctricos de diversos tipos y tamaños en función de la región y la normativa vigente. Entre los más comunes se encuentran los cargadores de Tipo 1, de Tipo 2, CHAdeMO y CCS. Asimismo, existen cargadores específicos de determinadas marcas. Cada conector está diseñado para adaptarse a unos estándares y protocolos de carga concretos.

A continuación, veremos los tres tipos de conectores de carga que se utilizan de forma más habitual en Europa:

El conector para coches eléctricos más utilizado en el continente europeo es el Tipo 2 (Mennekes), compatible con la mayoría de puntos de carga tanto públicos como domésticos.

A pesar de que el conector Tipo 1 (J1772) ha caído en desuso, todavía se pueden encontrar algunos modelos.

Por otra parte, la popularidad de los enchufes CCS2 es cada vez mayor entre los vehículos eléctricos europeos. Este modelo se compone de un conector Tipo 2 en la mitad superior e incorpora un conector de CC adicional en la parte inferior que permite incrementar la velocidad de carga. Además, se puede conectar tanto a tomas Tipo 2 como CCS2.

Los vehículos eléctricos se pueden cargar con corriente CA o CC. Los conectores Tipo 1 y Tipo 2 son compatibles con la corriente alterna (CA), lo que permite cargar el vehículo cómodamente desde casa o desde el trabajo en cuestión de horas. Sin embargo, no son compatibles con la carga CC de alto voltaje.

Los cargadores CC, por su parte, se suelen encontrar en puntos de recarga públicos y están diseñados para cargar el vehículo más rápidamente. Este tipo de enchufes funciona con potencias más elevadas, normalmente de entre 50 y 150 kW. Esto permite que determinados modelos de vehículos eléctricos, como el smart #1, puedan cargar hasta el 80 % de su batería en tan solo 30 minutos para que puedas retomar tu camino cuanto antes.

El sistema de carga combinado (CCS) se creó para suplir la falta de compatibilidad de los cargadores Tipo 1 y Tipo 2 con la carga CC. El CCS ofrece ambos tipos de carga en un solo conector, lo que permite disfrutar de la rapidez de la corriente continua cuando las condiciones lo permitan y de la recarga con corriente alterna propia de los conectores Tipo 1 y Tipo 2.

Si compras un vehículo eléctrico en Europa, lo más probable es que incluya un conector de carga Tipo 2 que forme parte de un sistema CCS2.

De esta forma, el coche se comunicará directamente con los cargadores para determinar qué tipo de carga utilizará en cada momento. Solo tienes que encontrar la toma y el conector correctos y el propio sistema se encargará de todo lo demás.

Normalmente, es preferible instalar una Wallbox que utilizar una toma de corriente doméstica debido a una serie de razones que veremos a continuación.

Velocidad: Las tomas de corriente domésticas necesitan mucho más tiempo para cargar el coche que una Wallbox. Mientras que las primeras ofrecen una potencia de carga de 2-3 kW, estas últimas funcionan con rangos mucho más elevados que pueden ir desde los 3,7 hasta los 22 kW o más, lo que permite reducir el tiempo de carga.

Seguridad: Las Wallboxes están específicamente diseñadas para cargar vehículos eléctricos y su instalación corre a cargo de profesionales debidamente cualificados que siguen la normativa vigente en materia de seguridad de manera estricta. Además, este tipo de dispositivos ofrece características de seguridad adicionales como la protección frente a sobrecorrientes, la detección de falla a tierra y el control de la temperatura. Todo ello permite garantizar una experiencia de carga más fiable y segura que la que ofrecen las tomas de corriente domésticas.

Comodidad: Contar con una Wallbox en casa permite disfrutar de una solución cómoda y fácil de utilizar para que no tengas que depender de la disponibilidad de los puntos de carga de tu zona ni que preocuparte por ir con un alargador de aquí para allá. Puesto que contarás con todo lo que necesitas para recargar la batería de tu coche directamente en tu casa, el proceso resulta mucho más práctico y sencillo.

Flexibilidad: Las Wallboxes incorporan funciones que permiten programar las sesiones de carga, monitorear su progreso y que favorecen incluso la integración con fuentes de energía renovables o sistemas de gestión energética doméstica. De hecho, algunos modelos incluyen también características de conectividad avanzadas que facilitan el control remoto a través de aplicaciones para móviles.

Compatibilidad: Las Wallboxes están diseñadas para adaptarse a distintos modelos de vehículos y tipos de conectores. Puesto que disponen de conectores estándar, como el Tipo 2 y el CCS, son compatibles con la mayoría de vehículos eléctricos. Esto permite usar una misma Wallbox para distintos vehículos y, de esta forma, disfrutar de una infraestructura de carga flexible y preparada para lo que el futuro te pueda deparar.

Valor añadido al hogar: Es bien sabido que los vehículos eléctricos son el futuro, por lo que instalar un punto de recarga para coche eléctrico en casa ayudará a revalorizar tu hogar si tenemos en cuenta que el día de mañana todos necesitaremos disponer de uno.

En resumidas cuentas, contar con una Wallbox en casa permite disfrutar de una carga más rápida, incrementar el nivel de seguridad, comodidad y flexibilidad y añadir valor a tu hogar. Asimismo, ofrece una solución de carga específica y eficiente que ya se ha ganado el favor de los propietarios de vehículos eléctricos.

La única <<condición especial>> es que para instalar este cargador se requiere la intervención de profesionales debidamente preparados que ayuden a garantizar el uso de un cable apropiado y determinar cuáles son los disyuntores necesarios.

El coste asociado a la instalación de una estación de carga en casa varía en función de una serie de factores como el tipo de cargador, las mejoras eléctricas necesarias y los requisitos de instalación. A continuación, enumeramos algunos de los aspectos a tener en cuenta.

Coste del cargador: El coste de la estación de carga variará en función de la marca, las características y la capacidad de carga. Un cargador básico de nivel 1 utiliza una toma de corriente doméstica estándar y resulta más económico que uno de nivel 2, ya que este último necesitará conectarse a una estación de carga o Wallbox específica capaz de ofrecer una velocidad de carga más elevada.

Mejoras eléctricas: Es posible que la infraestructura de la red eléctrica actual de tu hogar necesite ciertas mejoras para favorecer el buen funcionamiento de la estación de carga, como la instalación de un circuito específico, la adquisición de un cuadro eléctrico de mejor calidad o el incremento de la potencia contratada. El coste de todas estas renovaciones dependerá de la complejidad del trabajo en cuestión y de la tarifa de mano de obra habitual en tu zona.

Instalación: El coste de la instalación varía según factores como la ubicación de la estación de carga, la distancia desde el panel eléctrico y el cableado necesario.

Para obtener una estimación que se aproxime lo máximo posible al importe final, te recomendamos que consultes a un electricista profesional que te pueda asesorar sobre tu caso concreto y ofrecerte un presupuesto detallado.

Por otro lado, el coste asociado a la carga del vehículo eléctrico en casa dependerá de factores como la tarifa contratada, la eficiencia del vehículo en cuestión y la capacidad de la batería. Sigue leyendo para conocer algunos de los puntos más importantes a los que debes prestar atención.

Tarifa eléctrica: El coste de la electricidad varía en función de la ubicación del usuario y la compañía que le suministre la electricidad. Normalmente, el importe se mide en kilovatios-hora (kWh).

Eficiencia del vehículo eléctrico: Cada vehículo eléctrico tiene un nivel de eficiencia distinto. El kilometraje o la autonomía que el coche puede obtener por cada kWh repercutirá en el coste de la carga. De esta forma, los vehículos más eficientes podrán recorrer más distancia con la misma cantidad de electricidad.

Capacidad de la batería: El tamaño de la batería del coche eléctrico también influye en el coste de la carga, ya que cuanto más grande sea, más energía necesitará para llenarse.

Puedes calcular el coste a partir de la siguiente fórmula:

Coste de la carga = tarifa eléctrica (por kWh) × capacidad de la batería (en kWh)

Por último, existen otros factores que pueden influir en el coste de la carga, como las tarifas en las que el precio varía según la hora a la que se haga uso de la electricidad. Algunas compañías eléctricas ofrecen tarifas especiales para la carga de vehículos eléctricos a precios más reducidos durante las horas de menor actividad. Costes asociados a la conducción y la carga de un coche eléctrico

Si tu sistema eléctrico actual es capaz de satisfacer las necesidades del proceso de carga, no necesitarás hacer ninguna modificación. En ese caso, basta con instalar un circuito específico y un dispositivo apropiado (como una estación de recarga en casa) dentro de la infraestructura existente.

No obstante, también existe la posibilidad de que tu sistema eléctrico no disponga de capacidad suficiente para gestionar la potencia adicional necesaria para cargar un vehículo eléctrico. Si este es tu caso, es posible que necesites implementar ciertas mejoras en tu servicio eléctrico. Para ello, contacta con un electricista profesional que garantice el correcto cumplimiento con la normativa sobre electricidad y seguridad vigentes en tu zona.

Si bien normalmente no es necesario recibir una autorización para instalar un cargador en casa, lo cierto es que se debe recurrir a un electricista profesional para llevar a cabo cualquier tarea relacionada con la electricidad. Esto es especialmente importante en el caso de los cargadores de vehículos eléctricos, ya que deben conectarse directamente y con total seguridad al suministro eléctrico del hogar.

Sí, se puede cargar un coche eléctrico con energía solar. Para ello, debes disponer de una instalación fotovoltaica con paneles solares que permita generar la electricidad necesaria para cargar tu vehículo a partir de la luz solar.

Cuando los paneles producen más electricidad de la que necesita el coche, la energía restante se puede devolver a la red para, en función de la legislación nacional, obtener beneficios de compensación a través de la medición neta o las tarifas de alimentación. De esta forma, podrás compensar la energía que consume tu vehículo eléctrico cuando los paneles solares no producen energía suficiente (durante la noche, en días nublados, etc.).

Al tratarse de una fuente renovable, la carga de un coche eléctrico con energía solar permite reducir la huella de carbono.

La potencia necesaria para cargar un coche eléctrico depende de la velocidad de la carga y de la capacidad de la batería del vehículo. Habitualmente, la potencia se mide en kilovatios (kW) y la capacidad de la batería en kilovatios-hora (kWh). Por lo general, los cargadores de vehículos eléctricos para casa funcionan a potencias de entre 3,7 y 22 kW.

Para calcular el tiempo de carga necesario en tu caso, puedes dividir la capacidad de la batería (kWh) entre la potencia de carga (kW). Si la batería de tu vehículo eléctrico tiene una capacidad e 40 kWh y utilizas un cargador de 7 kW, el tiempo de carga será de 5,7 horas, aproximadamente.

La carga de nivel 1 se realiza a través de tomas de corriente domésticas que suelen suministrar entre 1 y 2 kW de potencia, por lo que es el método más lento de todos.

Para la carga de nivel 2 es necesario disponer de una estación de carga específica o de una Wallbox. La potencia suministrada puede variar entre los 3,7 y los 22 kW, lo cual reduce el tiempo de carga.

Los cargadores rápidos CC o cargadores de nivel 3, por su parte, suministran la carga a potencias de entre 50 y 350 kW y, de esta forma, permiten cargar el coche de forma rápida y reduciendo el tiempo de carga significativamente.

Los requisitos específicos de potencia variarán en función del modelo de vehículo eléctrico, la infraestructura de carga disponible y el equipo de carga utilizado.

El tiempo de carga de los vehículos eléctricos varía en función de diversos factores, como el método y la velocidad de carga o la capacidad de la batería. En líneas generales, podríamos decir lo siguiente:

Para la carga de nivel 1 se debe enchufar el vehículo eléctrico a una toma de corriente doméstica. El índice de carga es de entre 3 y 8 kilómetros de autonomía por cada hora. Por tanto, una recarga completa podría tardar entre 8 y 20 horas en función de la capacidad de la batería.

Para la carga de nivel 2 se utiliza una estación de carga específica que requiere una fuente de 240 V. El índice de carga es mayor que en el caso anterior y, generalmente, se sitúa entre los 16 y los 48 kilómetros de autonomía por cada hora. De esta forma, una recarga completa tardará entre 4 y 10 horas en función de la capacidad de la batería.

La carga rápida con CC es el método de carga público más rápido que existe actualmente para vehículos eléctricos y suministra corriente continua de alto voltaje directamente a la batería. A pesar de que el índice de carga no es el mismo en todos los casos, lo cierto es que es mucho más rápido que en las cargas de nivel 1 y 2. Este tipo de carga puede reponer hasta el 80 % de la batería de tu vehículo en cuestión de 30 minutos. La carga rápida con CC no se suele utilizar para la recarga en casa, ya que necesita un equipo especial y una potencia más elevada.

Es posible que el tiempo de carga varíe según el modelo del vehículo eléctrico y el dispositivo de carga utilizado. Asimismo, el estado de carga de la batería en el momento de iniciar la recarga y la infraestructura disponible en tu zona también pueden afectar al tiempo de carga total.

En lo que respecta al índice de potencia, es decir, la potencia máxima que puede suministrar la estación a la batería del vehículo, los cargadores para casa disponen de 3 tipos de salidas de potencia:

El cargador de 3,6 kW es ligeramente más rápido que una toma de corriente doméstica y representa una alternativa asequible para cargar el vehículo eléctrico. Resulta adecuado para personas que recorran poca distancia cada día y vehículos con baterías más pequeñas.

El cargador de 7 kW, que reduce el tiempo de carga prácticamente a la mitad en comparación con el de 3,6 kW, permite que los vehículos con baterías más grandes se carguen por completo durante la noche.

El cargador de 22 kW representa el punto de recarga más rápido para el hogar. Con él podrás recargar la batería de tu vehículo eléctrico en menos de 3 horas para disfrutar de una experiencia de carga rápida y eficiente. Este es, precisamente, el dispositivo que viene incluido en el sistema smart charge@home.

Cargar un coche eléctrico en casa es realmente sencillo gracias al sistema de carga Wallbox smart charge@home, que ofrece una potencia de carga de hasta 22 kW.

Los cargadores para casa smart Home Charging incluyen cables y/o tomas Tipo 2. Todos ellos incorporan características de seguridad, como protección frente a sobrecorrientes, detección de fallas a tierra, protección frente a sobretensiones y monitoreo de la continuidad de la puesta a tierra. Al instalar smart charge@home], acercarás tu casa al mañana para convertirla en un punto más donde generar la chispa del futuro eléctrico.

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